Cuando tienes que elegir una encimera para tu cocina o baño, es muy probable que dudes entre granito natural y granito artificial. La diferencia principal entre ambos reside en su origen y composición. El granito natural se forma a partir de la solidificación lenta del magma bajo la superficie terrestre, lo que puede tardar millones de años. En contraste, el granito artificial se fabrica a partir de una mezcla de resinas, pigmentos y fragmentos de piedra procesados industrialmente.
Una de las primeras cosas que notarás al comparar ambos tipos es el precio. Las encimeras de granito natural suelen ser más caras. Su costo puede variar entre los 50 y 200 euros por metro cuadrado, dependiendo de la calidad y el origen del material. En cambio, el granito artificial generalmente cuesta entre 30 y 100 euros por metro cuadrado, lo que lo hace más accesible para muchos presupuestos. ¿Pero vale la pena invertir más en el granito natural?
Desde el punto de vista de la durabilidad, el granito natural tiene una reputación sólida. Estas encimeras pueden durar décadas si se cuidan adecuadamente. No es raro encontrar hogares con encimeras de granito de más de 30 años en perfectas condiciones. El granito artificial, aunque también es duradero, puede tener una vida útil más corta, de alrededor de 15 a 20 años. Esto se debe en parte a que las resinas que se utilizan pueden desgastarse con el tiempo.
El granito natural es conocido por su estética única. Cada pieza tiene un patrón distintivo que no se puede replicar artificialmente. Esto se debe a las variaciones naturales en la composición mineral del granito. Sin embargo, el granito artificial ofrece una mayor consistencia en su apariencia. Si prefieres una encimera sin variaciones y con un color uniforme, optar por el granito artificial puede ser la mejor opción.
Un aspecto importante a considerar es la porosidad. El granito natural es un material poroso, lo que significa que puede absorber líquidos y, por lo tanto, mancharse si no se sella adecuadamente. Este sellado debe realizarse al menos una vez al año y puede costar entre 10 y 20 euros por metro cuadrado. En contraste, el granito artificial es mucho menos poroso debido a la resina que se utiliza en su fabricación, lo que facilita su mantenimiento y lo hace más resistente a manchas y bacterias.
Hablando de mantenimiento, el granito natural requiere más cuidado. Además del sellado anual, debes evitar colocar objetos calientes directamente sobre la superficie y utilizar productos de limpieza específicos para no dañar el sellador. Por otro lado, el granito artificial es más resistente al calor y a los productos químicos, haciéndolo más fácil de mantener en el día a día.
La producción de granito natural y artificial también impacta el medio ambiente de manera diferente. La extracción de encimera granito natural requiere mucha energía y agua, además de generar desechos y afectar los ecosistemas locales. Por su parte, el granito artificial, aunque también tiene una huella ecológica, puede ser más sostenible si se utilizan materiales reciclados en su fabricación. Empresas como Cosentino han comenzado a producir granito artificial con hasta un 90% de materiales reciclados.
Si te preguntas cuál es mejor para la cocina, ambos tienen sus ventajas y desventajas. El granito natural es más resistente a los arañazos, pero como mencioné si no lo cuidas bien, puede mancharse. El granito artificial, aunque más uniforme en color, puede rayarse más fácilmente, pero es menos proclive a las manchas. La elección entre uno u otro dependerá mucho de tus prioridades y estilo de vida.
Hace poco leí un artículo en el que se mencionaba que las ventas de encimeras de granito artificial han aumentado un 20% en el último año. Este auge se debe principalmente a su menor precio y facilidad de mantenimiento. Por otro lado, las encimeras de granito natural siguen siendo la opción preferida en proyectos de lujo y en aquellos donde se busca una apariencia más auténtica y exclusiva.
Para una decisión informada, es esencial conocer las diferencias y analizar tus propias necesidades y preferencias. A la hora de la verdad, ni el granito natural ni el artificial son perfectos, pero cada uno ofrece características únicas que pueden ser más o menos adecuadas para tu hogar.